Reseña: El genio de Scorsese brilla como nunca en “Killers of the Flower Moon”
Sería muy ridículo atreverse a decir que “Killers of the Flower Moon”, coproducción de Apple Plus y Paramount Pictures que se exhibe en cines esta semana, es más de lo mismo. Primero porque la adaptación del libro de David Grann, una cronología verídica de los abusos inhumanos que sufrieron los nativos americanos en Osage County a principios del siglo XX es el tipo de cine complejo y ambicioso que se ha convertido en una anomalía dentro del cine comercial de Hollywood.
Evaluarlo dentro de la filmografía de su director resulta un reto más complejo. Quizás no sea la mejor película de Martin Scorsese, casi una misión imposible para cualquier amante del séptimo arte, pero sí se distingue por tener una urgencia emocional que no ha estado presente en el trabajo del cineasta hace muchos años. Esa cualidad es la que sostiene y justifica el que esta película dure tres horas y treinta minutos. Scorsese claramente ha conectado con las injusticias que está dramatizando. El que los protagonistas del filme sean los hombres que ejecutaron los asesinatos y los actos de corrupción que le robaron la riqueza a toda una familia es lo que alinea este filme con el resto de su filmografía.
Este no es el Scorsese explosivo y arriesgado de “The Wolf of Wall Street”, “Goodfellas” o “Raging Bull”. Su dirección en esta película está más alineada con la elegancia madura de filmes como “Age of Innocence”, “Kundun” o “The Last Temptation of Christ”. Independientemente, es un verdadero placer presenciar un maestro del medio que sabe contar una historia explotando al máximo el lenguaje audiovisual de su propuesta.
El trabajo de Robert De Niro y Leonardo DiCaprio en los roles protagónicos de este filme igualan los logros de su director. No es una sorpresa que estos dos actores tengan el talento para dar interpretaciones superlativas. Tampoco es la primera vez que De Niro interpreta el lado más oscuro de la naturaleza humana y Di Caprio un hombre repleto de contradicciones. Sin embargo, los actores encuentran territorio artístico fértil para sus roles en esta película.
En un filme que alterna episódicamente entre tragedia y tragedia, DiCaprio construye la suya mostrando cómo la falta de inteligencia emocional de Ernest, un hombre a la deriva después de haber peleado en la Primera Guerra Mundial, es lo que le permite mentirle a todo el mundo, incluyendo a sí mismo. El momento donde el personaje no puede seguir mintiendo es uno de los mejores en la distinguida carrera de DiCaprio. De la misma forma, De Niro le da vida a un monstruo sin humanidad que se disfraza como un pilar de la comunidad. No hay nada que su William Hale no esté dispuesto a hacer para asegurar su posición de poder ante la riqueza irrefutable de una minoría.
El corazón del filme es la interpretación de Lily Gladstone. La honestidad y humanidad que logra esta actriz como una mujer inteligente que no puede evitar ser seducida por las mentiras de Ernest es devastadora. El pulso de su trabajo es tan fuerte que aun cuando los virajes de la trama inmovilizan a su personaje, la fuerza de su espíritu alimenta cada encuadre del filme.
Sin embargo, el momento más emotivo del filme le pertenece al mismo Scorsese. “Killers of the Flower Moon” concluye con un epílogo ambicioso donde el director trata de ilustrar como la historia de estos horrores verídicos ha sido minimizado o trivializado con el paso del tiempo. Esta sección concluye con Scorsese dando el último parlamento en pantalla, sus ojos llenos de lágrimas. Esa emoción genuina es lo que alimenta y resalta su trabajo en esta película.