Reseña: “Five Nights At Freddy’s” supera la trama predecible, pero se desmorona al final
Durante gran parte de su duración, la película “Five Nights At Freddy’s”, propuesta de horror de Universal Pictures y Blumhouse que estrena hoy en Puerto Rico, se las ingenia para superar y socavar las convenciones simples y predecibles de su trama. Es un truco que se repite y que se sostiene durante casi toda la duración del filme para luego derrumbarse estrepitosamente durante su clímax y conclusión.
Parte de lo que permite que esto funciona es que la adaptación del videojuego se niega a definir a qué subgénero en particular pertenece dentro del canon de un filme de horror. Hay elementos de filmes de slasher mezclados con una historia de fantasmas. La dirección sardónica y efectiva de Emma Tammi extiende esto lo más que puede. El problema es que llega el momento en que el guion de Scott Cawthon y Seth Cuddeback tiene que dar las explicaciones al misterio central. Y como suele suceder con filmes que funcionan en su ejecución y no en su lógica, mientras más se explica, más se desmorona todo lo que funciona.
Eso incluye la forma en que la dirección trata y logra reducir la distancia entre el espectador y el dilema emocional del protagonista. Aquí ese rol le toca a Josh Hutcherson, quien interpreta a Mike, un joven adulto que no ha superado varios traumas de su infancia. Un incidente violento lo lleva a perder su trabajo y el no querer su custodia de su hermana menor lo lleva a aceptar turnos de guardia de seguridad en la propiedad titular abandonada. Mientas más cosas extrañas suceden en los turnos de Mike, todo parece indicar que los eventos trágicos que obligaron a cerrar Freddy’s están conectados a los traumas de su infancia.
De la misma forma que el filme se esfuerza para posicionar a Hutcherson como el núcleo emocional del filme, hay muchos destellos de humor negro en las interpretaciones secundarias barrocas y descabelladas de actores como Mathew Lillard y Mary Stuart Masterson, quien sobrevivió los ochenta sin hacer este tipo de filme, pero claramente se disfruta el poder robarse todas las escenas en las que participa.
A pesar de tener todo esto a su favor, todo lo que logra que “Five Nights At Freddy’s” sea funcional y en varias ocasiones hasta interesante, eventualmente se convierte inconsecuente en su sección final. Por alguna razón, esto resulta más frustrante que una oferta de horror que es consistentemente mediocre de principio a fin.