Psicólogas destacan la importancia del acompañamiento y servicios especializados para niñas que presenciaron el feminicidio de su madre en Bayamón
Ante el hecho de que dos niñas, de 11 y 14 años, presenciaron el feminicidio de su madre, el pasado sábado, en Bayamón, expertas en psicología coincidieron en que la situación es altamente estresante, lo que requiere la garantía de servicios terapéuticos especializados en atender traumas.
Así lo compartieron a este medio las psicólogas Irma Torres Rivera e Ilia Vázquez Gascot, quienes destacaron también la importancia de que, ante una situación que puede tener efectos adversos, haya un continuo acompañamiento de parte de familiares.
Para las profesionales, los familiares son relevantes a la hora de fomentar espacios seguros y para que las menores puedan procesar el duelo, no solo de perder a su madre en un contexto violento, sino también ante la falta de su padre, quien está imputado del asesinato.
“Estas menores deben estar acompañadas, porque esto es un proceso profundamente doloroso que incide a lo largo de su vida. Es la ausencia de su mamá en eventos importantes, especiales y significativos. Y la ausencia de su papá, porque va a estar recluido”, explicó Vázquez Gascot, psicóloga social comunitaria.
Por la edad de las niñas, también será imprescindible que el entorno escolar sea sensible con la situación para que, tanto maestros como estudiantes, respeten el espacio y la privacidad de las menores, a la vez que estén disponibles para brindar el apoyo que necesiten. Alcanzar este balance, podría requerir adiestramiento, aseveró Vázquez Gascot.
El acompañamiento y apoyo es uno de los “factores protectores” esenciales para que las menores puedan procesar las situaciones adversas. Según la doctora Torres Rivera, este evento pueden tener un efecto mayor en la vida de las niñas, dado a que, a sus edades, “el cerebro de estas chicas no necesariamente ha llegado a su punto de maduración. Esto es lo que se conoce como experiencias adversas en la niñez”.
Según los informes policíacos, Annette Virginia Ayala García, de 35 años, fue asesinada el pasado sábado, a las 7:23 a.m., en la calle 35 de la urbanización Riverview, en Bayamón. Su pareja, identificada como Andrés Kennedy Albert Amador, de 48 años, llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1 e informó que había matado a la mujer. Las hijas de ambos estuvieron presentes cuando se perpetró el feminicidio.
Ante tal situación, es importante la coordinación de servicios terapéuticos “altamente competentes, enfocados en trauma para que, entonces, puedan tener los recursos y herramientas suficientes para lidiar con estas cosas en el día a día”, enfatizó la psicóloga clínica Torres Rivera
Vázquez Gascot agregó que “no es cualquier servicio psicológico, sino es que ese personal terapéutico tiene que recibir un adiestramiento particular para el manejo del trauma y hay modelos particulares que se dedican a trabajar experiencias de trauma en menores de edad. Así que, en este caso, ambas menores debería recibir este tipo de atención”.
Asimismo, resaltó que las personas que estén a cargo de las menores deben también ser capacitadas para atender las necesidades que presenten a lo largo de su proceso, como remanentes de la violencia. En ese sentido, instó a que estas personas, igualmente, estén pendientes a cualquier cambio en su aprovechamiento académico, en sus hábitos de sueño o de alimentación.
“Es importante que haya un adulto significativo que esté en la vida de estas niñas, que pueda asumir el rol, aunque no va a sustituir a su mamá, por supuesto, pero es clave para los niños, niñas y adolescentes, porque eso se convierte en un factor de protección. Ya la exposición al asesinato de su madre es un factor de riesgo a la salud física y a la salud mental”, añadió Vázquez Gascot.
La administradora de la Administración de Familias y Niños (Adfan), Glenda Gerena Ríos, indicó, mediante declaraciones escritas el día de los hechos, que asumieron “la custodia de emergencia de las hermanas de 11 y 14 años”.
“Este (es) un suceso trágico y muy triste para la familia, así como para nosotros, que intervenimos una vez la Policía lo reportó. Los trabajadores sociales de la agencia ofrecerán todos los servicios de apoyo que estas menores necesiten en estos momentos de tanta angustia”, manifestó Gerena Ríos.
Vázquez Gascot hizo un llamado para que el Estado asegure que se le provean los servicios especializados que estas menores necesitan y que “no se les abandone”, incluso cuando termine el procesamiento del imputado feminicida. “El proceso es mucho más prolongado para las personas que sobreviven”, resaltó.
Torres Rivera también instó a una cobertura mediática sensible al trauma, pues aunque entiende la importancia de informar, también se debe tener presente que son procesos que personas, como las hijas de la pareja, están sobrellevando y las formas en que se cubren las historias pueden ser revictimizantes.
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Tanto la Policía como la Oficina de la Procuradora de la Mujer tienen herramientas para atender, confidencialmente, cualquier señalamiento o querella sobre un patrón de abuso, maltrato o situación por violencia de género. Si eres o conoces de una persona que atraviesa un patrón similar puedes comunicarte con la Policía al (787) 792-6734 o (787) 343-2020, así como con la Oficina de la Procuradora de la Mujer al (787) 722-2977.